jueves, octubre 15, 2009

El Romanticismo hecho Tarjeta

Si de algo estamos hechos, es de amor... además de carne, intestinos y, según VillaVicencio, 70% agua. Y que otro día para expresar nuestras mariposas en el estomago que San Valentín, aquella fecha icónica en donde miles de novios despavoridos luchan por encontrar precios casi coherentes para satisfacer los deseos de novias ridículas que gustan de autoconvencerse que el amor son flores que se marchitan y bombones engordantes ofrecidos una vez al año. Por supuesto, no puede faltar la tarjeta. Hoy en día existen infinidades de opciones, pero todos sabemos que la palabra "opciones" no era muy comun antaño, donde si nos acordábamos tarde de comprarle algo a nuestro pedacito de azúcar, podíamos ir al kiosko y encontrarnos con las peores opciones de tarjetas del universo. Como éstas:


Cerradita...

AbiertaAAA OMG!!!! Es Gambitooo! Y quiere matarme!!



Esta trae la romántica posibilidad de mover un gusano en una manzana.
Si ignoramos, no sin bastante esfuerzo, la cuenca casi vacía del ojo del muchacho, nos queda aún el dilema de presentarnos en la casa de nuestro terroncito de azúcar con una tarjeta que nos muestra un gusano. No sólo eso, sino que el texto nos devela una clara intención de "Tratame bien porque sos la MANZANA de mi OJO (que asumimos tiene una connotación súper tierna en países de habla inglesa) y hay otras todavía a la vista"... o sea, apurate negra, porque me voy con otra que me andaba mirando y a vos te dejo tirada, como un gusano.
La mirada perpleja del perrito del fondo, priceless.



"Esta es tu oportunidad, tira de las cuerdas y mírame danzar!!" *Sonido de abrir la tarjeta*

Danzar!!?? Me estás mostrando la bombacha!!! Que onda?!!
Por lo menos nos da la inútil seguridad de que a la chica no le habían cortado las piernas ni nada.



Ésta no estoy segura de QUERER entenderla. A ver si tiro por acá a ver lo que pas...

AAAAAAAAAH ME COMEEEE



Acá consideramos el apogeo de Juan Tarjetas, el fabricantes de tarjetas mononas.
Se pueden ver varios signos que indican la senilidad de los autores, entre ellos el mostrar un chinito que no tiene nada que ver que habla muy mal inglés y dice "Valentine no grande, te mandOO todo igual, como vos, muy demasiado". Si piensan que hice un mal trabajo traduciendo, prueben ustedes. Se los pido, por favor, prueben con distintos signos de puntuación, cambien las palabras, lo que quieran.
Llegarán, estoy segura, a la inevitable conclusión que ésta no es sólo una tarjeta, no señor, es también la prueba irrefutable de que existe un universo paralelo donde nada NADA tiene sentido.


Espero que el próximo día de San Valentín vayan con tiempo a sus librerías locales y elijan con prudencia. Y si quieren más tarjetas creepies de niños vintage con caras horrendas, que no veo el porqué, pueden entrar a www.heartsatwirl.com y darse una panzada.