jueves, enero 20, 2011

Contame un cuentito

WARNING: Hoy estoy como violenta y repito muchas veces que todos son unos hijos de bien puta. Así que si usted sufre del corazón o es medio nabo y no quiere leer cosas más salames de lo que acostumbra, le ruego deposite su netbook en la basura más cercana y siga caminando (?).

Ahora resulta que van a estrenar una película con la historia de Caperucita Roja. Se acuerdan? Caperucita? La nenita medio inconsciente que va por el bosque saltando, con cara de golden retriever, que confunde a un lobo (dientudo, peludo, parecido a un perro después de unas cuantas red bull) con su abuelita. A no ser que sea tuerta, daltónica, miope y drogadicta, no veo como te podés confundir, sinceramente. Y la abuela, flor de hija de puta, hace que su nieta la visite en el medio del bosque y encima le lleve una picada. Horrible.
Alguna vez se pusieron a pensar en los cuentos para chicos? Los que le contamos antes de que duerman? Resulta que algunos de los más clásicos son obras de un señor bastante hijo de puta que se llamaba Hans Christian Andersen.

El Hijo de Puta

Veamos el ejemplo de un pequeño cuentito que se llama Los Zapatitos Rojos.
Una señora adopta una nena, blabla, tiene unos zapatos rojos que no usa nunca y la nena los vive mirando, bla, la señora cae enferma, y la nena en lugar de cuidarla sale de joda y encima se afana los zapatos rojos. Bueh, hasta ahí vamos bien.
Pero cuando se los pone, no se los puede sacar más y los zapatos no paran de bailar.
Acá hay una parte donde se va bailando hasta el cementerio y un ángel la caga a pedos por lo que hizo y le dice que baile hasta que sea un esqueleto. La bardea al pedo, bah. Innecesario.
Pero lo más interesante es lo que pasa después. Viene el verdugo a cortarle la cabeza porque se había portado como el culo con la vieja (y aparentemente todos los pueblos tenían verdugos al pedo), y ella le dice que en vez de la cabeza le corte los pies. Él por supuesto no se niega y le unos piecitos de madera. Por supuesto que SUS pies una vez cortados siguen bailando y se van al bosque… O_O genial.
Como está muy arrepentida, se pone a trabajar en una parroquia y cuando los niños le hablan de lujos, belleza y ropas hermosas ella se pone emo. Hasta que un día se pone a rezar en la iglesia, se arrepiente y el mismo ángel guacho que la bardeó en el cementerio, se le aparece para decirle "Fue correcto que vinieras" y a la pobre chica le explota el corazón de alegría.
Si.
Termina así.
Palma.
Los finales de las versiones originales son una garompa a cuerda, pero lo que más me causa curiosidad, es el fetiche de los pies siempre presente.
Como en Cenicienta de los hermanos Grimm (que también han probado ser tremendos hijos de puta), donde las hermanas de la protagonista se cortan dedos y talones, con tal de que les entre el zapatito de cristal. O en Blancanieves, donde al final obligan a la malvada madrastra (ay vieron! no dije "hija de puta!") a bailar con zapatos de hierro al rojo vivo hasta que palma.
Ni hablemos del Gato con Botas, que se salva de ser un canapé por el solo hecho de calzarse unas botas que le quedan horribles y hacer que su dueño termine rico con tranfugueadas onda Los Simuladores. O el Soldadito de Plomo, que ya empieza cojo, porque porqué esperar hasta el final cuando se puede mutilar al protagonista al principio!?

Así no vas a la guerra ni a ganchos

Igual cuales son las moralejas de estos cuentos? El de los Zapatitos Rojos es "la moda es el diablo! Tenés que elegir!!! Belleza o cuidar a tu vieja!!"?
Un poco de sana envidia, ambición y un espejo no le viene mal a nadie. Digo.
El Gato con Botas lo único que me dice es que no mate a mi gato, yo que sé, tampoco es que lo iba a hacer desde un principio... si tuviese gato.

Comparación de lo que te imaginabas cuando te compraste un gato...


...y lo que tenés en casa, esperando que mueras lentamente.

En eso banco a Los 3 Chanchitos, que por lo menos te enseñaban a no construir casas chotas y baratas y con el propio esfuerzo, cagar a los que te quieren pisotear. Venganza de la buena.
Ese es un cuento carajo!

2 comentarios:

Alia~ dijo...

Jajaja, que post genial.
Lo peor es que es posta, malditos fetichistas arruina infancias.
Pasa que te contaban cuentos así para que seas hijo del rigor y no le afanes los zapatos a tu vieja, para que no seas puta desde chica (?)
Despues el buen Walt se dio cuenta de que terminaban todos con serios problemas mentales asi que todo se volvio mas soft.

Un beso grande, Lau!

mechiz dijo...

Estamos con la misma con las canciones para chicos! dios! que traumas! :P

pero si... los cuentos estan terribles! te olvidaste de mencionar a mi querido Lewis Carrol, creador de Alicia, Alto cuento, alto HDP buscate su biografia y despues me contas, solo un adelanto: pionero de la fotografia, retrataba ñiñas en poses muy sugestivas, pero cuando estas empezaban a mostrar signos de madurez, chau, perdia interes. Traigan a otra niña!

beeeesoooo!!!!