viernes, agosto 26, 2011

El caldo y la put@ que lo pariooooó!!!!!


Bueno, debo cocinar.

Vagancia, nos vemos después, volvete más tarde onda 70 añitos, así me hago la que me duele la lumbar mientras mis nietos me acomodan los almohadones.

Debo cocinar y fue la culpa, nomás, que me llevó a este momento.

A dieta, como bien dije en un post pasado, mi amiga Spooky (utilizaré su nombre ninja de aquí en adelante para evitar conflictos gremiales (?)) no para de cocinar.

Como dieta partner, es genial. Tan genial, que se pasó pal otro lado y me cocina a mi también.

A todo esto, yo me doy cuenta como una semana después (si te teñiste de fucsia capaz tardo 3 días en decirte "te hiciste algo che? estás distinta") y le digo, con toda la culpa del mundo "mañana cocino yo!".

Apenas salió de mi boca me arrepentí, Miss Vagancia 2011 cocinando? De qué me hablás?!


I haz it

Ayer, (quiero que esto se anote en los anales de a historia) fue casi la primera vez que fui a la verdulería. Lo quiero decir, para que cuando yo le grite la próxima vez a mi vieja que todo es su culpa, sepan que tengo razón. No puedo ser tan inútil a las puertas de mis 30 añitos.

BTW, porqué carajo se dirá “anales“ de la historia? Es completamente necesario que nos imaginemos culos escritos? no, no lo es.


Si, googlee “anales de la historia”, péguenme...


Todos dicen “hacer arroz es lo mas facil del mundo”. No, it´s not. Se me pasa, si, el del Gallo Dorado (ay que sutil!!) “no se pasa” me quedaba duro como roca, o blandengue onda Nestum, un asco.

Hubo una vez que quemé una olla, quedó negra, rugosa y con arroz calcinado in-limpiable en el fondo, lo que fue la gota que rebalsó el vaso, e hizo que mis viejos me regalen una arrocera. Ahora que la tengo le pongo arroz, agüita, y se van todos a cagar mientras alguien más hace mi trabajo. JA!

Ser inútil, la mayor parte de las veces, es genial. Pero por sobretodas las cosas, se debe mostrar hilachas de verdadera inutilidad y torpeza. La torpeza es clave.

Como la vez que estaba rallando queso, el rayador se me fue a la mierrrrrrrrda y casi me suicido ahí mismo, rayándome la muñeca, emo style.

De más está decir que mis viejos, una vez más en su fútil intento de alargarme la vida, me regalaron un rayador automático. Botoncito, y al carajo.

Para qué más sirve ser inútil? Para las fiestas, por ejemplo. Viste cuando todos programan “vos llevá la ensalada rusa, vos el vithel toné, y vos lau…. vos vení”. Día libre!! iei!!

Igual ahora me preocupé porque me quise hacer la martha Stewart y las últimas fiestas llevé galletitas decoradas. Decí que son fáciles de hacer y no me corté un dedo, como cuando hice tarta de manzana y el baño quedó que parecía CSI: Miami después del crimen.

Mi chico sabe que pedirme que cocine es un riesgo a mi salud, y tiene la posibilidad de un 20% de que tengamos que salir corriendo al San Juan de Dios, porque en casa las vendas y las curitas duran lo que un pedo en una canasta en el medio de la patagonia.

Pero volviendo al tema, decidí salir de mi estupor gastronómico, porque si no aprendo ahora, no aprendo más. Mis hijos vivirán a base de bandejas de comida preparada al microondas y pizza deshidratada onda Volver al Futuro (?).

Asi que no encontré otra alternativa que acosar a mis amigas para ver qué corno hacían ellas.

Y qué pido en la verdulería? Cuánto le pongo? Me voy a dar cuenta si está prendido fuego?

Preguntas básicas que parece que no, pero uno las necesita.

Por suerte decidí empezar con un salteado de vegetales. Simple, fácil, rápido. El verdulero murió de tristeza cuando le pedí 1 morrón, 1 cebolla y 1 zapallito, y casi se la cae un lagrimón, así que de paso y para disimular también le compré un caldito de pollo… pobre.

Llegué a casa y releí 128476 veces lo que había que hacer y cómo. Tengo que seguir la receta al pie de la letra, a ver si todavía hago algo mal, se incendia el perro y la sartén se funde con la cocina. Al final de todo había que agregar un caldo (yo sabia que no lo había comprado al pedo, estaba todo calculado che!!), asique lo puse a hacer en el microondas.

Y a saltear los vegetales se ha dicho.

*Chop chop chop* el morrón, *chop chop chop* la zanahorita, el zapallito y la cebolla (T_T), mientras

te imaginás que sos protagonista de una novela mexicana, ovbio. Yo no sé como cortan la cebolla ustedes, pero re da.


"Déjame así sufriendo Juan Alberto, como siempre! Quién será el que remiende mi corazón destrozado? no, no serás tú… cruza la puerta y vete… QUE TE VETAS DIGO!!"


Dos cucharadas de azúcar… te juro, decía dos cucharadas, pensé que lo había inventado pero después me di cuenta de que deja la cebollita más rica. Y dos más de salsa de soja, revolver, revolver… listo!!

Voilá! Vegetales salteados en dos minutos, no lo podía creer.

Viste que cuando terminás de cocinar por un momento te creés que sos Narda Lepes, decís cheee que fácil que fue esto, es genial, me puedo poner un restó (?). Lo sentís después de haber cocinado algo copado y después de ver Ratatouille, of course.


Te tatuás las sabias palabras de Gusteau “Cualquiera puede cocinar” en el brazo, y te comprás una rata y un mini gorrito de cocinero… ah, a vos no te pasa?


Pero a mi amiga Spooky le gustó (y no se murió, que es lo importante), así que estuve todo el día contenta y con ganas de cocinar de nuevo.


Juro que no la obligué!!

Pero así como vinieron las ganas, se fueron, y al otro día cuando me fui a hacer un té (si, no tengo pava, asique si ven que me crece un tentáculo en la cabeza me avisan) abrí el microondas y con qué me encontré?

El caldo!!! la puta que lo pariooooó!!!!!

Si, los vegetales salteados llevaban media taza de caldo, que por supuesto me olvidé y quedó todo un día encerrado en el microondas. Horror.

Obviamente tiré el pequeño microcosmos que se había formado y con él, mi efímero sueño de ser un roedor chef.


Mi restó...

…que elegancia la de Francia


viernes, agosto 12, 2011

Jiujitsu (*yu-yit-su*, vos podés!)

Como explicarle a la gente normal (si, vos que tenés cable, el único libro que leíste fue Código DaVinci y no tenés ni idea de quién es Monty Python) lo que es el jiujitsu.

Yo empiezo aclarando que tiene bases del judo, pero es todo en el piso, pero una cosa pasa a la otra, y siempre termino describiendo las poses poco pudorosas que caracterizan este deporte.

No ayuda.

Y menos que nadie pueda pronunciarlo.

Me sorprendió, porque no es tan dificil che, seamos sinceros, shu-shit-su. No es ácido desoxirribonucleico, tiene 3 (tres) sílabas chicos. Hoy vas a bonsai? a yoga? Como es? Hoy también vas a yuyu? a tai chi chuan? dale, igualito. Y encima tai chi chuan te sale tranquila? te mato.


A.D.N., más fácil.

No me pregunten que hace el fosfato o el azúcar ahí porque no tengo NI idea.


Yo quiero que la gente lo descubra. Porque es genial.

Nunca había escuchado hablar mucho de este deporte, hasta que el loco de mi marido (si, ahora le digo marido, lo caso a veces de prepo cuando me siento vieja) me dijo “…cheee en este club dicen que hay jiujitsu, vamos??” A lo que yo respondí… “que es eso?” Y me puso un video en youtube.


Ay que asquito


Esa fue mi primera reacción, no la voy a ocultar. La misma reacción que todo el mundo. Transpiración, kimonos sucios, posiciones incómodas. “Pero vos te pensás que YO voy a ir a revolcarme con desconocidos?!” dije, despavorida, con un hilito de voz digno de una Paris Hilton indignada.

No, ni loca, pero… un momento. Que diferencia hay entre los años de gimnasio y kung fu, todos transpirados, verano, un asco, y esto? Bueno, yo le doy una oportunidad, cualquier cosa me voy, no aparezco más y deciles que me salió un esguince de columna o algo así que me imposibilita permanentemente de tirarme al piso.

Con esa idea fui, probé una clase, y me enamoré.

Nunca me había pasado.

Nunca me gustó ningún deporte. Nada eh. Eso de moverse no es para mí.

Pero bueno, empezamos con un calentamiento donde hacíamos ejercicios (además de correr, abdominales, los comunes bah) muy divertidos. Ponerse en parejas, hacer carreras con el otro a cocochito, llevarlo como una novia, como un bombero. Esto es genial. Yo nunca pensé que iba a poder hacerlo. Siempre me imaginé levantando a alguien, y colapsando instantáneamente cual vasito mágico, esos de los 80´s, o las jirafitas esas con hilos, que apretabas un botón y se volvían a parar por arte de magia.

Magia.


Geniales, rodar de acá para allá, medialunas (NO las que se comen no! toy a dietaBASTA), me encantó. Y antes de que me dé cuenta, estaba transpirando como nunca, y ya empezaba la etapa técnica de la clase.

La técnica es lo más importante, y si está bien hecha, no importa si arriba tengo un vikingo escandinavo o un enano anoréxico, funciona. Bueno, seamos sinceros, con el enano anoréxico seguro me va un toque mejor.

Y no es seguir pasos de coreografía como en un gimnasio (que de hecho trato de evitar, siempre termino siendo la espástica del fondo que no pega una), sino que son movimientos controlados, y todo apunta a dominar al otro. Y a veces, ahorcarlo. Sin que el otro muera practicando, por supuesto, la onda es que tu compañero no convulsione y puedas seguir practicando más adelante.

Encima, después de todo esto, se lucha. Terminás más transpirado que antes, imaginate, tratás de hacer todo lo que viste en técnica, pero no te sale una goma porque esta vez tu compañero se retoba. Dice Ah no, a mi no, y se te tira con todo el peso encima y vos quedás tirada ahí como un panqueque tuerto, pidiendo perdón por querer hacerte la cinturón negro.

Yo no les puedo ni expresar la felicidad que tengo cada vez que salgo del club.

Me siento MacGyver.


Si no sabés quién es MacGyver, dejá el mouse donde está y retirate lentamente de la computadora. Gracias.


Por eso vivo recomendándolo. Algo que nunca me pasó, por ejemplo, es hacer un ejercicio y decir "así se hace? me duele hasta la ceja cuando hago esto" o "che este movimiento onda parabólica humana no me resulta natural, que incómodo". Al contrario.

Me siento spiderman. Bueno, el hermano bobo de spiderman.

Asique ya saben. Para bajar de peso (transpirás como un pingüino en el Sahara), para aprender a ahorcar a tu jefe (?), o solamente para revolcarse por el piso y tener una excusa válida.

Poniéndome seria, se lo recomiendo a todo el mundo. Pero sobretodo a las chicas.


…y sobretodo a las chicas en bikini (?)

En este blog faltaban chicas en bikini.


Porque a las chichis?

Bueno, porque si uno es mujer, como yo (se los juro!), tendés a pensar todo el tiempo que sos una cagada. Si. No, no me pasa sólo a mi, mentirosa!!

Caminás por la calle agarrando la cartera como si fuera el último BigMac que quedó en la tierra, post-apocalipsis, mirando las esquinas. Casi esperando que un borracho salga de atrás de una columna, y te saque el preciado celular con tus fotos del chihuahua de tu tía.

Tranquila.

Por supuesto no espero que te metas de cabeza a hacer una clase de jiujitsu y a la semana estés ahorcando oportunistas en el subte, porque vas a salir en Crónica, sabelo.

Pero lo que sí hace JJ, y muy bien, es darte todas las herramientas para que vos creas que podés. Y de hecho, podrías.

Si te ponés las pilas. No como yo, que me agarro faringitis una vez por mes y no lucho porque me da verguenza ajena. Que luche yo, y entregarle una bolsa de papas en la mano a mi contrincante, es como lo mismo, enfrentémoslo.


Buenas tardes, vengo a entrenar… los vestuarios?…


A mi no me importa, yo entreno porque me gusta. Si, digo entrenar viste, queda más pro, no es lo mismo decir ”voy al gimnasio” nono. Te da aire de Rambo, pegándole a la res colgada.

Mis compañeros (son como 20 chicos y 2 chicas, siiii hay chicas!! ^_^) viven yendo a torneos. Y les va súper bien, cosa que me gustaría ver alguna vez… de lejos.

Parte de mí dice:

“entrená, dale!! entrená que en algún momento tenemos que ponernos las pilas e ir a un torneo, perder, no importa, pero ir”

Y la otra parte dice:

“ah nooooooo! noooooooooooooooooooooo!! nooooooo!! yo estoy vieja”

Todavía no sé a cual escuchar.

Yo, por las dudas, sigo entrenando.

En algún universo paralelo me vuelvo súper grosa, gano torneos internacionales y enseñan la técnica Laurita, que supongo uno termina sentado encima del otro, zapateándole la cabeza a su contrincante mientras canta "EEEy Macarena! aaaAY".


Cuando esté así, ahí si me van a ver :P



viernes, agosto 05, 2011

A Dieta


Hace poco tuvimos, junto con mis amigas del trabajo, un dilema existencial.
Cada vez que comíamos juntas (como…todos los días, digamos) era una queja atrás de otra de lo gordas que estábamos. Y eso ya pasaba la instancia "chicas mas o menos rellenitas que se quejan al pedo", y entraba en la categoría "no nos aguantamos ni nosotras, tenemos que hacer algo al respecto, porque cada vez que vemos un Danette nos salta un lagrimón… mientras lo comemos".

Así pero de a cuatro, y el que nos viene a buscar es un sánguche de milanesa.

Y fuimos al nutricionista nomás.
En patota, porque en caso de que a alguna de nosotras reciba un insulto ("Como no vinistes antes!? Secretaria, cancéleme todos los turnos de la tarde") el plan era matarlo a golpes de salamín cortado grueso. Estábamos muy tristes, y lo único que nos faltaba para suicidarnos era un poco más de baja autoestima.
Y la obtuvimos.
En cuanto me vió, me dijo que mi índice de grasa corporal sobrepasaba lo debido… no kidding. De hecho estoy viniendo porque estoy gorda, no es que estaba caminando por la calle y me encontré con un rastro de Skittles, lo seguí y terminé en su consultorio.
No.

Desvistase y súbase a la balanza.
…bueno ._.

Mientras el doctor ajustaba las pesas para poder llegar a los 80 kilos que pesaba (digamoslo, no tengo drama a estas alturas que ustedes sepan que soy una gigantesca bolsa de papa), yo pensaba… 80 kilos? Soy un hipopótamo. Bueno, hay que verle el lado bueno. No son 100. Ni 200. Vamos que podemos. Además están todos en el culo. Culo de caballo tengo, ese es el problema. Es todo culpa de mi vieja (?).
Me hizo bajar y sostener, a la altura de los hombros, una especie de "data pad" que usaba Spock …pero nada que ver.

Yes, you must loose 20 kilograms. Live long and prosper.

Igual me dejó pensando, qué corno tiene que ver sostener el coso ese (no te muevas!) con lo que peso? Será que si no me la aguanto, bajo los brazos y es una confirmación de que soy fofa?! Para mí que lo tiene para mantenerme entretenida y no rompa las bolas, mientras calcula mentalmente cuánto tengo que bajar.

Como bien dijo Leonard Nimoy, debo bajar 20 kilos.
Desastre nuclear.
La última vez que bajé 5 kilos, fue cuando me hice el piercing en la lengua. Más allá de mi decepción porque no me dolió ni un poco, me molestaba para masticar y hablaba tan bien como un niño de 2 años.
Asique estuve una semana y media a sopita quick, hasta que me di cuenta que podía insertarme bocados de prepo, y alimentarme onda boa constrictor.
Hasta ese entonces sufrí un montón la falta de comida, asique esta vez, sin piercing o motivo válido, supuse que iba a sufrir más. No hay nada más que mi propia motivación que me impida de clavarme un postre gigante.
Changos.

Y eso hice, unos días antes de ir al nutri. Foto 100% real, no como en las publicidades del centro que prometen a Pamela Anderson y ponen "renovamos staff".
Si, vos me entendiste lo que quise decir, pillín!

Pero enfrentémoslo: hacer dieta, es una mierda.
Lo primero que me dijo el doctor cuando me la mandó por mail (porque es re top, él vive en Recoleta y te e-mailea todo con su laKtop) fue que debía dejar de hablar de "comida" y comenzar a hablar de "alimentos".
No es que sean sinónimos, no, para nada. Sólo que debemos, como lo masoquistas que probamos ser para estar parados en bolas en su consultorio, dejar de comer por placer y comer para no morirnos.
Horrible.
Solamente voy a decir que tengo muchos sentimientos encontrados. Sigo la dieta (y me manduco las 4 galletitas de agua) porque francamente, si algún día quiero ir a la pileta, tengo miedo que llamen a Control de Animales Silvestres. Pero me niego, rotundamente, a dejar de sentir placer con la comida.

Yes. It is.

La comida es uno de los placeres más geniales de la tierra.
Deprimido? Mandate un Banana Split, y tu vida cambia. Los cartoneros se disuelven y aparecen unicornios de colores, las cenizas volcánicas se transmutan en glitter dorado, y de fondo empieza a sonar el trío Los Panchos, todo coronado por un arco iris.

Bésameeee, besame mucchoooo… como si fuera esta noche la última veeeeeez….

Nada de psicólogos, terapias de grupo y llamar a tu vieja para putearla porque la vida es una cagada. La vida se te puede dar vuelta como una tortilla CON una tortilla. Pensalo.

Y a pesar de todo, debo admitir que cuando te prohíben esos pedacitos de cielo que llamamos postres, los valorás todavía más. Y probablemente te quedes chupeteando el plato un tiempo, ojo.
Cuesta mucho, pero ayer comí una porción de arroz con verduras (si, dije verduras!) y lo encontré más que rico. No sé si fui yo que tenía mucha hambre pero no lo pude creer, por supuesto, y me entró la duda si mi amiga que lo había cocinado, no había frotado el zuccini contra un bife de chorizo antes de hacer el plato.

It Sucks. Pero esto no da para más.
Lo debo hacer para aprender a nutrir mi cuerpo apropiadamente, o por lo menos eso repite mi cerebro cada vez que se encuentra enfrente de una porción de tarta sin sal.
Nutrir, nutrir, alimento, ommmm….
Lo que más cuesta es encontrarle la onda. Una vez que la encuentre, va a ser mucho más fácil…no?

Wish me luck ._.